La aplicación de la nanotecnología en la industria alimentaria va desde la creación de nuevos alimentos a su aplicación como biocidas en la agricultura, pasando por la mejora de la conservación y la vida útil de los alimentos.
Pese a los beneficios que se puedan obtener deriados de esta tecnología en sus apliaciones relacionadas con los alimentos, la EFSA trabaja para analizar qué riesgos se incorporan a la cadena alimentaria de la mano de esta tecnología.
La EFSA recomienda elaborar estudios de degradación in vitro, toxicocinética y genotoxicidad de los nanomateriales. En función de los resultados objetidos, se deberán llevar a cabo estudios de investigación respecto su efecto reproductivo y en el desarrollo, inmunotixicidad, alergenicidad, neurotoxicidad, efectos sobre la flora intestinal así como efectos sobre la actividad endocrina.
Podéis leer el informe completo, que está en período de revisión, aquí.